Es necesario reducir nuestras vulnerabilidades sociales y ambientales
Las consecuencias de las lluvias que han azotado al país durante estos últimos dos días, ponen al descubierto la grave vulnerabilidad que sufre el país debido al deterioro ambiental, las condiciones de pobreza, marginación social y exclusión económica heredadas de los 20 años de gobiernos de ARENA.
La fuerza de las lluvias y demás fenómenos naturales no tendría tantos efectos destructivos si, por ejemplo, toda la población viviera en zonas seguras y si todas las viviendas fueron adecuadas.
Y en El Salvador, es la situación de desprotección social y económica la convierte a los fenómenos naturales en desastres socioambientales. Lo han dicho dos instancias de las Naciones Unidas: la Oficina de Coordinación en Caso de Desastres (UNDAC) y la Organización para Asuntos Humanitarios (OCHA).
Estas dos entidades internacionales confirmaron, a inicios del año pasado, que nuestro país es el más vulnerable del mundo porque el 87% del territorio nacional es zona de riesgo y el 90% de la población corre el peligro de sufrir algún desastre.
Esta preocupante realidad plantea el reto de revertir las lógicas de exclusión social y degradación ambiental propias del modelo neoliberal, y también urge de una fuerte inversión estatal para mejorar las condiciones de vida de la población y reducir las condiciones de vulnerabilidad del país.
Pero esto nos lleva a plantear el problema de la falta de recursos que impide al actual gobierno atender las necesidades de la población que es vulnerable ante los impactos de los fenómenos naturales.
Esta falta de recursos se debe, como insistimos casi permanentemente, a la insensibilidad e irresponsabilidad de los sectores pudientes que se niegan a pagar los impuestos que deberían pagar, impuestos que en otros países los grandes empresarios pagan sin regatear.
Tener más recursos le permitiría al gobierno –por ejemplo–buscar otros asentamientos para las comunidades que están en riesgo, construir mejores viviendas a las familias pobres, levantar bordas en los ríos susceptibles de inundación, etc.
Ojalá, entonces, que los estragos de las lluvias de las últimas 48 horas hagan reflexionar a los distintos sectores nacionales sobre la urgente necesidad de que el gobierno central y las municipalidades cuenten con más recursos para mejorar la calidad de vida de la población y reducir las condiciones de vulnerabilidad socio ambiental.